A finales de año llevé a mi familia de viaje a Tokio y, de paso, llevé a mis dos hijos a Disneyland para que tuvieran algunos recuerdos de su infancia.
Pero hacía muchísimo frío, aun así aguantamos desde las 10 de la mañana hasta que empezó el desfile a las 7 de la tarde...
De verdad admiro a esas personas que reservan sitio desde primera hora de la mañana, capaces de sentarse en el suelo durante tanto tiempo en pleno frío solo por media hora de desfile.
Pero cuando empezó el desfile y vi la sonrisa feliz de mis hijos, todo valió la pena.
Personalmente me gustó mucho la carroza de las hadas, el espectáculo de luces era muy variado.
Eso sí, cuando acabó el desfile y todo el mundo empezó a irse, había una auténtica marea humana, era casi imposible avanzar, debía de haber al menos varios miles de personas, una multitud interminable...
Este viaje a Tokio también representa el final de este año para mí, una despedida de los malos momentos pasados y el inicio de un nuevo comienzo el año que viene.
No me preguntéis por qué no saqué fotos, durante el desfile tenía que turnarme para llevar a cuestas a los dos peques, si no, no podían ver el espectáculo...
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A finales de año llevé a mi familia de viaje a Tokio y, de paso, llevé a mis dos hijos a Disneyland para que tuvieran algunos recuerdos de su infancia.
Pero hacía muchísimo frío, aun así aguantamos desde las 10 de la mañana hasta que empezó el desfile a las 7 de la tarde...
De verdad admiro a esas personas que reservan sitio desde primera hora de la mañana, capaces de sentarse en el suelo durante tanto tiempo en pleno frío solo por media hora de desfile.
Pero cuando empezó el desfile y vi la sonrisa feliz de mis hijos, todo valió la pena.
Personalmente me gustó mucho la carroza de las hadas, el espectáculo de luces era muy variado.
Eso sí, cuando acabó el desfile y todo el mundo empezó a irse, había una auténtica marea humana, era casi imposible avanzar, debía de haber al menos varios miles de personas, una multitud interminable...
Este viaje a Tokio también representa el final de este año para mí, una despedida de los malos momentos pasados y el inicio de un nuevo comienzo el año que viene.
No me preguntéis por qué no saqué fotos, durante el desfile tenía que turnarme para llevar a cuestas a los dos peques, si no, no podían ver el espectáculo...