Antes pensaba que el dinero era lo más importante, después llegué a pensar que el dinero lo podía todo.
Ahora que básicamente puedo permitirme cualquier cosa que quiera comprar, mi cuerpo ha empezado a dar señales de alarma. Últimamente me duele mucho el cuello y los hombros, he ido varias veces a darme masajes y no ha servido de nada.
Es en este momento cuando me doy cuenta de que la salud es lo primero, que la salud no tiene precio. Cuando no tenemos dinero, siempre lo ponemos en primer lugar; nos levantamos temprano y trabajamos hasta tarde para ganar dinero, luchamos por comprar las cosas que nos gustan, no comemos bien, no descansamos lo suficiente.
Cuando por fin lo tenemos todo, el cuerpo ya no está sano y necesitamos mucho dinero y tiempo para recuperar la salud. ¡Es un círculo vicioso, no tiene sentido!
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Antes pensaba que el dinero era lo más importante, después llegué a pensar que el dinero lo podía todo.
Ahora que básicamente puedo permitirme cualquier cosa que quiera comprar, mi cuerpo ha empezado a dar señales de alarma. Últimamente me duele mucho el cuello y los hombros, he ido varias veces a darme masajes y no ha servido de nada.
Es en este momento cuando me doy cuenta de que la salud es lo primero, que la salud no tiene precio. Cuando no tenemos dinero, siempre lo ponemos en primer lugar; nos levantamos temprano y trabajamos hasta tarde para ganar dinero, luchamos por comprar las cosas que nos gustan, no comemos bien, no descansamos lo suficiente.
Cuando por fin lo tenemos todo, el cuerpo ya no está sano y necesitamos mucho dinero y tiempo para recuperar la salud. ¡Es un círculo vicioso, no tiene sentido!