Este es un punto que a menudo pasa desapercibido: muchos proyectos afectados han pasado por auditorías oficiales, cuentan con financiamiento suficiente y tienen una alta confianza de la comunidad. Pero la realidad es que, si bien la auditoría puede reducir riesgos, no puede eliminarlos por completo. La gestión de la seguridad no es una compra única, sino un proceso continuo y dinámico. Nuestro responsable técnico Artem ha discutido este tema en profundidad anteriormente, y la idea central es: incluso el informe de auditoría más perfecto es solo una instantánea en el tiempo, las iteraciones de código posteriores, las actualizaciones de contratos y los cambios en el entorno externo generarán nuevos puntos de riesgo.