Según una cumbre cerrada organizada por una importante empresa de tecnología, la ansiedad de la industria por el suministro futuro de electricidad se ha intensificado. Los datos muestran que para 2028, la brecha de electricidad en los centros de datos de IA en Estados Unidos alcanzará los 47GW, equivalente a la capacidad total de 44 plantas nucleares estándar. Aún más exagerado es el panorama global: la brecha de electricidad en los centros de datos se disparará de 47GW a niveles de 100GW. Incluso si Estados Unidos pone en funcionamiento todas las plantas nucleares y proyectos de turbinas de gas planificados, aún quedará un agujero negro de 5-15GW.

El problema es que la realidad no es tan ideal. La construcción de una planta de energía nuclear en Estados Unidos requiere un período de construcción de 5 a 10 años desde la planificación hasta la conexión a la red, lo que significa que hay una gran desalineación temporal entre la planificación de capacidad en papel y el suministro real. La magnitud real de la brecha de electricidad solo será mayor. Desde esta perspectiva, la demanda de turbinas de gas no es una oportunidad a corto plazo de 5 años, sino un crecimiento estructural que abarca toda la dimensión de 10 años, lo que podría ser la oportunidad a largo plazo más segura en todas las inversiones en infraestructura energética.