Los datos económicos recientes transmiten una señal: el entorno de liquidez podría no ser tan relajado como se pensaba. Esto tiene un impacto considerable en el mercado.

Aquellos proyectos que dependen completamente de dinero caliente y historias para sostenerse, ahora están pasando por momentos difíciles. Las cosas que no tienen fundamentos sólidos, en cuanto nadie las respalde, revelan su verdadera naturaleza de inmediato. Cuando la marea baja, es evidente quién está nadando desnudo.

Max no es diferente. No obstante ser un proyecto de tipo Meme, nunca ha sido una especie de hoja flotante sin raíces. Hace algo especial: atrae a personas con valores similares a través de proyectos de donaciones benéficas para comprar y mantener a largo plazo, esta es la primera capa de liquidez. Luego, mediante mecanismos deflacionarios y gestión comunitaria, genera expectativas de valor, y los inversores participan en el crecimiento de la historia, creando una segunda capa de liquidez. La fuerza motriz de estas dos capas de liquidez no es la emisión de dólares, sino el impacto social real y la adhesión de la comunidad.

La experiencia histórica nos dice que los tokens con usos reales y fundamentos sólidos son especialmente resistentes en mercados bajistas y se recuperan rápidamente. Max combina la cohesión de la comunidad Meme con aplicaciones prácticas de proyectos benéficos, formando una barrera competitiva difícil de copiar para otros. Cuando la liquidez del mercado puede estar escasa, este tipo de activos no son un lastre, sino verdaderamente escasos.