Las fluctuaciones a corto plazo han llevado a muchos a gritar en las redes sociales "Otra caída, Ethereum está acabado", pero si se mira más en profundidad, lo realmente interesante sucede en otra dimensión.

La semana pasada, una dirección de ballena acumuló silenciosamente más de 28,000 ETH, con un valor de mercado cercano a 1.000 millones de dólares. Mientras tanto, los inversores minoristas siguen vendiendo en pánico debido a la caída del precio. Esta comparación ilustra bastante bien el problema: el miedo y la avaricia siempre se repiten.

Desde el gráfico, la forma actual de Ethereum es similar a la víspera del mercado alcista de 2016-2017. La misma estructura fractal, la misma polarización del sentimiento del mercado, y la misma absorción silenciosa por parte de grandes fondos tras una caída drástica. La historia no se repite exactamente, pero ciertamente sigue un ritmo similar.

**¿Qué dice el análisis técnico?**

Aunque el precio cayó por debajo de los 2900 dólares en algún momento, la reacción fue bastante rápida, y volvió a situarse por encima de la media central de las Bandas de Bollinger (alrededor de 2943.41). Lo más interesante es que el histograma del MACD ya se ha vuelto positivo, lo que generalmente indica un cambio en el impulso a corto plazo.

Hay un detalle más: el precio alcanzó un nuevo mínimo, pero el indicador de impulso está formando mínimos más altos. Esta "descoordinación" entre el precio y el impulso suele ser una señal temprana de que la presión vendedora está agotándose y que el mercado podría revertir. No es una teoría compleja, sino que refleja cómo la fuerza de los participantes del mercado está cambiando silenciosamente.