La situación del comercio global vuelve a agitarse. México comenzará esta semana a aplicar aranceles de hasta el 35% a las importaciones procedentes de China e India, una medida proteccionista que llega con fuerza.

A simple vista, parece una disputa comercial regional, pero su impacto va mucho más allá. El aumento en los costos de la cadena de suministro, el encarecimiento de la manufactura y la presión sobre los precios de los bienes globales — estas reacciones en cadena finalmente se transmitirán a la asignación de activos y la valoración del riesgo. En particular, para los activos de mercados emergentes, la volatilidad del tipo de cambio, las expectativas de inflación y los flujos de capital podrían reajustarse.

El mercado de criptomonedas siempre ha sido sensible a la macroeconomía. El aumento de las tensiones comerciales suele implicar un cambio en los flujos de fondos hacia activos refugio, y también puede afectar el entorno de liquidez global. Cómo evolucione esta política arancelaria merece una atención continua.