China acaba de hacer algo muy estratégico: dejó de vender plata.

Los precios de la plata están en auge, subiendo un 150% en lo que va de año, no solo por especulación, sino también porque es una necesidad en paneles solares, ordenadores, coches, baterías, etc.

El precio lo determinan dos bolsas principales: COMEX (en Nueva York) y la Bolsa de Futuros de Shanghái (en China). La plata de COMEX es mayormente plata de papel donde el precio lo fijan los traders de opciones que rara vez toman entrega de la plata, mientras que los precios de la plata en Shanghái los fija la plata física.

Y ahora los precios físicos están ~$5 por encima de los precios de papel.... lo que significa que algo se rompió.

A diferencia del oro, cuando la plata se vuelve más cara, las industrias no dejan de comprarla.

China reclasificó la plata bajo las reglas de control de exportaciones de uso dual, lo que significa que si puede ser utilizada para fines civiles, también puede ser utilizada para fines militares. Una vez que esto sucede, las exportaciones ya no son automáticas. En su lugar, necesitan ser aprobadas por el gobierno.

Incluso si la plata se extrae en México o Australia, hay una muy buena probabilidad de que pase por la infraestructura china antes de convertirse en un metal usable.

China aprendió la dura lección hace 100 años: si no controlas el recurso, se arma en tu contra.

Ahora están haciendo exactamente eso.