Cuando cambio la forma en que mi cerebro filtra la realidad, los cambios en mi vida son tan rápidos que otros piensan que he vendido mi alma. La mayor parte del mundo que vemos es decidido previamente por nuestro cerebro. El sesgo de confirmación es la inercia psicológica más obstinada de la humanidad. La racionalidad no es el modo predeterminado.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Cuando cambio la forma en que mi cerebro filtra la realidad, los cambios en mi vida son tan rápidos que otros piensan que he vendido mi alma. La mayor parte del mundo que vemos es decidido previamente por nuestro cerebro. El sesgo de confirmación es la inercia psicológica más obstinada de la humanidad. La racionalidad no es el modo predeterminado.