El mercado bursátil global de 2025 experimentó su rendimiento anual más fuerte desde 2017, y los mercados asiáticos mantuvieron su tendencia alcista por tercer año consecutivo. El índice MSCI se disparó un 21%, y la motivación detrás de esto es clara: la mejora en las ganancias corporativas y la política monetaria acomodaticia de los bancos centrales están en sintonía. Desde que la tarifa aduanera rebote en abril, el mercado ha iniciado una tendencia ascendente constante.

Pero el problema actual es que las valoraciones del mercado ya están en niveles históricos altos. La analista Amanda Agati lo dice sin rodeos: si la tendencia alcista continuará en 2026, dependerá en gran medida de si la Reserva Federal mantiene un tono de política "moderado". Una vez que cambie a una postura más hawkish, esta tendencia podría verse afectada.

Lo interesante es que, desde la lógica de las operaciones, la prosperidad del mercado bursátil no solo ha elevado la tolerancia al riesgo, sino que también está cambiando los flujos de capital. Con la ola de IA de los últimos dos años que ha pasado de la fase conceptual a la de validación de resultados, los inversores están comenzando a pensar de manera más racional sobre la asignación de activos. Cada vez más instituciones están enfocándose en activos digitales respaldados por RWA (activos del mundo real), intentando usar este tipo de activos para cubrir los riesgos asociados a las altas valoraciones del mercado tradicional. En otras palabras, ante el temor de una doble caída en acciones y bonos, los activos que combinan atributos de activos tradicionales y la flexibilidad de los activos digitales están ganando más atención.