Todos deberíamos tener en cuenta que la felicidad y la causa de la misma están profundamente relacionadas. La razón por la que a alguien le gustas, es precisamente la misma razón por la que a otra persona no le gustas. En realidad, solo tienes cualidades, y si esas cualidades son vistas como ventajas o desventajas en los ojos del otro, no depende de ti, sino de su mundo interior, de lo que proyecta sobre ti. Si eres una persona que llora fácilmente, en los ojos de algunas personas eres alguien sensible y delicado; pero en los ojos de otras, puedes parecer sentimental, cobarde o alguien que se queja mucho, porque en su entorno de crecimiento, expresar vulnerabilidad no está permitido. Una vez que expresas tus sentimientos genuinos y tu vulnerabilidad, lo que puede recibir a cambio son castigos, negaciones o incluso un daño adicional, es decir, se les ha privado del derecho a llorar. Por eso, cuando ven que puedes liberar valientemente tu vulnerabilidad, proyectan su miedo a ser rechazados o castigados en ti. Necesitan negarte para poder tranquilizarse a sí mismos. Al escuchar esto, entenderás por qué preocuparse por la opinión de los demás es algo completamente inútil, porque las interpretaciones y juicios que otros hacen de ti no constituyen ni una milésima parte de quién eres, pero sí reflejan claramente quiénes son ellos mismos.
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Todos deberíamos tener en cuenta que la felicidad y la causa de la misma están profundamente relacionadas. La razón por la que a alguien le gustas, es precisamente la misma razón por la que a otra persona no le gustas. En realidad, solo tienes cualidades, y si esas cualidades son vistas como ventajas o desventajas en los ojos del otro, no depende de ti, sino de su mundo interior, de lo que proyecta sobre ti. Si eres una persona que llora fácilmente, en los ojos de algunas personas eres alguien sensible y delicado; pero en los ojos de otras, puedes parecer sentimental, cobarde o alguien que se queja mucho, porque en su entorno de crecimiento, expresar vulnerabilidad no está permitido. Una vez que expresas tus sentimientos genuinos y tu vulnerabilidad, lo que puede recibir a cambio son castigos, negaciones o incluso un daño adicional, es decir, se les ha privado del derecho a llorar. Por eso, cuando ven que puedes liberar valientemente tu vulnerabilidad, proyectan su miedo a ser rechazados o castigados en ti. Necesitan negarte para poder tranquilizarse a sí mismos. Al escuchar esto, entenderás por qué preocuparse por la opinión de los demás es algo completamente inútil, porque las interpretaciones y juicios que otros hacen de ti no constituyen ni una milésima parte de quién eres, pero sí reflejan claramente quiénes son ellos mismos.