Cuando veo el Índice de Miedo y Codicia en 16, no entro en pánico, hago una pausa.
Porque cuando hay miedo extremo, el precio generalmente está haciendo su trabajo, sacando a los débiles, forzando a que las emociones afloren. Con el tiempo, he aprendido que los mercados rara vez recompensan la comodidad. Recompensan la paciencia cuando la convicción es más difícil de mantener.
Ahora mismo, hay miedo en los titulares, miedo en las líneas de tiempo, miedo en las velas. Y eso me dice algo importante: la mayoría de la gente está reaccionando, no pensando. Cuando todos sienten lo mismo a la vez, el
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